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Para ahorrar tiempo y dinero, los países más meridionales sitúan sus centros logísticos lo más cerca posible de la Antártica, por ejemplo, Argentina en Ushuaia, Australia en Hobart, Chile en Punta Arenas, Nueva Zelanda en Christchurch o Sudáfrica en Ciudad del Cabo.
Mediante el uso de aviones, es posible viajar desde estos puntos de acceso a los pocos aeropuertos que existen en la Antártica. Para reducir los costes, otros países del hemisferio norte y el turismo en general también utilizan las mencionadas vías de acceso.
La mayor parte del turismo antártico se realiza en grandes barcos, con numerosas comodidades, y procede de los países más desarrollados. Los lugares más visitados se encuentran en el norte de la Península Antártica, en parte por sus paisajes y diversidad de fauna y, también, por su proximidad a Sudamérica. La Isla Decepción, por sus excepcionales valores históricos y naturales, es uno de los lugares más frecuentados. En cuanto al turismo de aventura, es habitual la presencia de pequeñas avionetas y barcos, que transportan a las personas para atravesar con esquís las montañas. El importante aumento del turismo en los últimos años está generando la necesidad de seguir desarrollando las normas que lo regulan, con el fin de garantizar la preservación del medio ambiente y asegurar la seguridad de los visitantes.
Si deseas saber sobre el visado/pasaporte, consulta nuestro artículo sobre este tema: ¿Qué necesitas en la Antártica: un visado o un pasaporte?
[Foto de Pixabay]